sábado, 18 de junio de 2011

Como hemos cambiado

No hace muchos años, cuando alguien tenía la necesidad de decir algo, de dejar por escrito sus pensamientos o reflexiones, solía empezar a escribir: "Querido diario..." y ese cuaderno se escondía de los ojos de los demás, porque contenía nuestros secretos más íntimos, ¡pobre de quién osase abrirlo o leerlo! Hoy en día, si sentimos dicha necesidad, abrimos un blog y dejamos nuestros pensamientos e ideas en manos de millones de desconocidos.


No puede hacer mucho, cuando te enamorabas o te desenamorabas o eras infiel o te lo eran, compartías todas esas cuestiones con un grupo reducidos de amig@s y con la almohada-consejera. Hoy basta poner la tele en marcha para ver el inicio-desarrollo-cuernos-reconciliación-nuevos cuernos-final de cualquier relación.

No hace tanto, cuando una persona tenía una discapacidad física o mental, podía tener una vida muy limitada, con pocas posibilidades de entretenimiento, de normalización y, en ocasiones extremas, viéndose sometida al rechazo o al aislamiento. Hoy por hoy, y aún consciente de que queda camino por recorrer, es un placer ver como las escuelas y la sociedad en general se ha normalizado mucho más, como tod@s vamos teniendo los mismos derechos y se nos van ofreciendo los mismos recursos para disfrutarlos. 

Bien, pues en este momento tan social, tan extrovertidos todos nosotros, tan dados a darnos a conocer y mostrarnos a los demás tal como somos, una familia viene a hacerme una consulta sobre su hija superdotada. El problema no es que sea o no muy inteligente, que lo es, que ellos ya lo saben desde hace años, el problema es que ella misma y, muy especialmente, los demás, se están empezando a dar cuenta de ello. Y eso sí que no. Que su hija no va a ser diferente. Que después la mirarán de "otra manera". Y que eso no puede ser bueno.

Y digo yo ¿tan mal lo estamos haciendo? ¿tan mal que todo el mundo desea darse a conocer, mostrarse tal cómo es, sin tabúes de ningún tipo, menos nuestros chicos y chicas superdotados? 

jueves, 16 de junio de 2011

La importancia de los matices

Green cat (Andy Warhol, 1956)
En una canción de Fito y Fitipaldis escucho: "raro, no digo diferente, digo raro" y no puedo dejar de preguntarme si realmente se puede hacer esa precisión aunque a mi, sinceramente si que me suenan "distintos". Al fin y al cabo ¿quién no ha oído la expresión "eres más raro que un gato verde"? (quién dice gato, dice perro...) y, sin embargo, "ser diferente" es como otra cosa ¿no?

Mi primera parada es en la RAE y su diccionario y allí la conclusión es que son sinónimos y que distinguirlos es bastante peliagudo porque en teoría ambas expresan lo mismo, el "quid" de la cuestión parece radicar entonces en el "matiz" de la palabra elegida.

Miremos sino estos términos, todos sinónimos, pero sin embargo, algunos tienen para mi connotaciones más positivas: insigne, sobresaliente, extraordinario o excelente; y otros, en general, diría que me gustan menos: extravagante, inhabitual o escaso. 

Pero el colmo es lo que me pasa con estos tres adjetivos: distinto, diferente y diverso. Hay uno que prefiero claramente a los demás ¿adivinas cuál es?

martes, 14 de junio de 2011

Detalles que me irritan (II): las personas que siguen hablando de tópicos

Leo en un periódico una entrevista sobre los niños y niñas superdotados:

—¿Cómo pueden saber unos padres que su hijo es superdotado?
Los padres tienen que tener claros unos síntomas. El más
inmediato es el aburrimiento en clase. El cerebro humano está hecho para aprender y para tener el placer intelectual del aprendizaje. Si no hay placer intelectual y hay aburrimiento se tiene que mirar. Eso sí, no siempre es superdotación. También encontraríamos muchos superdotados en las bolsas de fracaso escolar.
 
Y fíjate como alguien que no mide sus palabras, sino que solo busca la notoriedad, es capaz de caer en los tópicos más manidos sobre la superdotación.

Las familias se merecen algo mejor. Se merecen la verdad. Se merecen la seriedad de  unos profesionales que les hablen con claridad de los temas y que sepan de lo que hablan. Y sí, igual que me siento indignada cuando oigo que a una familia le han dado como respuesta una evasiva o un "no sé nada sobre este tema" porque creo que es obligación de todo profesional de la educación estar preparado para trabajar con las diferencias y características de cada alumno; igual de mal me siento cuando veo que se les sigue ofreciendo una imagen distorsionada de la verdad, llena de sombras y peligros.

Claro que estos niños y niñas son especiales, como muchos otros alumnos; y diferentes, como otros tantos; y necesitan una atención especializada, ¡y hay que exigirla! Pero eso no tiene que venderse envuelto en mensajes medio-verdad, medio-mentira.

Y es que ni todos los superdotados se aburren en el aula; ni todos los que se aburren son superdotados. Pero eso no es todo, porque tampoco es cierto que la mayoría de los superdotados fracasen en la escuela, aunque pueda haber alguno que lo haga. Porque de ser así, viviríamos rodeados de superdotados. Entiéndeme, ¡ojalá fuera así! pero como se dice popularmente "va a ser que no".

Fuente: Diario de Mallorca

jueves, 9 de junio de 2011

Un entrenamiento mental ¡que funciona!

Al igual que cuidamos nuestra alimentación, nuestro sueño, o nuestro cuerpo, muchos, cada vez más, somos los que estamos preocupados por cuidar nuestra mente. La ampliación de la esperanza de vida, el deseo de disfrutar hasta edades avanzadas de una capacidad de razonamiento correcto, ha convertido en superventas los programas tipo brain-training, y las antesalas de cualquier consulta médica en una suerte de competición entre crucigramas y sudokus. Sin embargo, todos estos intentos se basan más en intuiciones que en datos reales... al menos hasta que John Jonides Profesor de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Michigan ha presentado sus conclusiones el pasado 28 de mayo en la la reunión anual de la Association for Psychological Science en Washington, DC. Y es que según Jonides jugar durante unos 20 minutos puede ayudarnos a mejorar nuestra capacidad de razonar y resolver problemas nuevos... eso sí, no vale cualquier tipo de juego, sino el llamado "n-back".

El ejercicio mental consiste en recordar las posiciones de una figura que se mueve de forma cíclica en una pantalla. Así de simple. Según los expertos e investigadores, la práctica diaria de esta actitivida, al menos durante un cuarto de hora, asegura unos resultados muy positivos respecto al aumento de la capacidad cognitiva y la inteligencia. El ejercicio puede ir complicándose e incluir también señales acústicas, o más de una señal visual o acústica a la vez.

El llamado «entrenamiento n-back» consistió en realizar este tipo de tareas durante unos 20 minutos cada día durante 20 días mejora significativamente el rendimiento en una prueba de nivel de líquido de la inteligencia, la capacidad de razonar y resolver problemas nuevos, que es un elemento crucial de la inteligencia general. Y esta mejora se prolongó hasta por tres meses.

Este ejercicio mental utiliza una función del cerebro conocida como memoria de trabajo, que no es sino la capacidad de retener información de forma activa, a pesar de que se produzcan distracciones o interferencias en una tarea.


Los estudios también incluyeron pruebas con niños, mostrando el mismo tipo de efecto de entrenamiento utilizando una versión del juego de video de entrenamiento n-back, y demostrando que el entrenamiento mental en la tarea n-back da lugar a mejoras en las pruebas de inteligencia fluida.

Hace poco, otro grupo de investigadores sugirió la relación de este tipo de memoria con los numerosos olvidos que sufren las personas mayores cuando, por ejemplo, son incapaces de recordar qué estaban haciendo si, por cualquier causa, son interrumpidos o se les propone otra tarea.

Tú mismo puedes “fabricar” una prueba similar, utilizando 20 papeles en los que previamente se han dibujado sendas figuras geométricas que, ordenadas aleatoriamente de forma diferente, sirven para entrenar el cerebro ayudando a su “puesta a punto”. Además, este tipo de entrenamiento me recuerda mucho a un juego llamado "Memory" donde ibas emparejando dibujos después de levantarlos aleatoriamente de dos en dos. En cualquier caso lo importante parece ser la constancia...¡y el no hacer trampas!

Jonides y sus colegas también realizaron estudios de imagen neuronal de los adultos para mostrar el resultado de la actividad como la formación del cerebro afectada.

"Hemos encontrado dos efectos de nuestro régimen de entrenamiento", dijo. "Después del entrenamiento, la gente ha reducido las cantidades de flujo sanguíneo en las regiones cerebrales activas cuando se estaban haciendo tareas de entrenamiento. Y tenían mayores cantidades de flujo sanguíneo en las regiones cuando no estaban haciendo tareas de entrenamiento.

"De alguna manera, esto es muy similar a la formación de un músculo en el cuerpo, y en cierto modo, es diferente. Cuando nuevas fibras musculares han crecido como resultado de la formación, exigen un mayor flujo de sangre cuando no se están utilizando. Sin embargo, por el contrario, cuando los músculos nuevas están en uso, se requiere más sangre, a diferencia de las regiones de formación del cerebro.

jueves, 2 de junio de 2011

Lo difícil no es tener buenas ideas, sino hacerse buenas preguntas

¿Te has preguntado alguna vez como a alguien se le pudo ocurrir una idea tan buena, tan ingeniosa? Pues probablemente fue porque se hizo la pregunta adecuada. Y es que para llegar a tener buenas ideas, primero hay que dominar el arte de plantear las preguntas correctas, que generan respuestas. Y a eso se llega gracias a la curiosidad, que supera por mucho a la inteligencia, ya que propicia la creatividad y las nuevas ideas; para ser innovadores hay que preguntarse y buscar las respuestas que ya están en nuestra mente.

¿Sabías que la palabra "idea" proviene del griego idein, que significa "ver"? Evidentemente no es ninguna coincidencia. Como dicen los coautores Andy Boynton y Bill Fischer, junto con el periodista William Bole, en su libro The Idea Hunter: How to Find the Best Ideas and Make Them Happen (El cazador de ideas: cómo encontrar las mejores ideas y hacerlas funcionar), las mejores ideas de negocios no ocurren de la nada. 

Normalmente están a simple vista, acurrucadas en algún lugar, esperando a que alguien las note. En el libro aparecen numerosos ejemplos de ello, por ejemplo, el pequeño trozo de material ligero que Henry Ford recogió de una pista de carreras en Palm Beach en 1905: un trozo de escombro de un auto francés "era muy ligero y fuerte. Me pregunté de qué estaba hecho, y nadie lo sabía". El material resultó ser una aleación de acero que contenía vanadio, que en aquel entonces no se fabricaba en Estados Unidos. Ford reunió a su mejor equipo de investigación y desarrollo para que trabajara en eso, y tres años después, su compañía lanzó una línea de autos más durables y ligeros, que dieron a Ford una ventaja decisiva en el caótico y atiborrado mercado de automóviles.

The Idea Hunter ofrece docenas de ejemplos similares de compañías estadounidenses emblemáticas como Disney, Google o American Express para dejar esto claro, algo que nos anima a todos los que no somos genios. Esa "curiosidad puede compensar la falta de brillantez". Como dijo en alguna ocasión Albert Einstein, "no tengo ningún talento especial, sólo tengo una curiosidad apasionante". 

De hecho, los autores afirman que "la gente más brillante en una organización tiende a sobrestimar el poder de su mente", lo que hace que se "aferren a su fórmula de éxito y no salgan en busca de mejores ideas. En otras palabras, no están lo suficientemente interesados". 

La mayor parte de The Idea Hunter es una guía paso a paso para hacer que el interés ferviente en el mundo salga del cubículo para crear productos y servicios exitosos. 

En otro apasionante libro titulado Brainsteering: A Better Approach to Breakthrough Ideas (Un mejor enfoque para tener ideas extraordinarias), los coautores Kevin P. Coyne y Shawn T. Coyne tratan el mismo proceso desde la perspectiva de una nueva investigación sobre el funcionamiento del cerebro. 

Gran parte de la sabiduría convencional sobre la innovación no es cierta. Sí existen las malas ideas, es decir, la lista de todas las ideas que aparecen en tu cabeza no generarán la mejor, y la mayoría de las sesiones de "lluvias de ideas" simplemente no funcionan. 

Quizás ya te habías dado cuenta de esto, por experiencia. Según Brainsteering, estás listo para el siguiente paso: dominar el arte de plantear las preguntas correctas, que tienen mejores posibilidades de generar respuestas excelentes, en comparación con las preguntas que quizás ya estás haciendo ahora. 

Sabiendo que dominar este arte requiere de paciencia y perseverancia, los autores ofrecen un ejercicio que puedes intentar ya: cada vez que se te atraviese una idea que admires (un producto o servicio nuevo, un anuncio publicitario convincente, una estrategia astuta para ahorrar dinero), pregúntate cuáles son tres posibles preguntas que hubieras tendido que plantearte para que se te ocurriera esa idea. 

Que no te dé miedo pensar a lo grande. En lugar de preguntar, por ejemplo, "¿Cómo podemos expandir la distribución para lograr el crecimiento del volumen de ventas de 5% este año?", pregunta "¿Qué se necesita para que nuestro producto llegue a todos los consumidores del mundo?". 

Por muy audaz que suene, los autores dicen que ese objetivo audaz (fijado hace décadas) funcionó bastante bien para Coca-Cola.

Iniciativas estupendas

Existe una página llamada hacesfalta.org de la Fundación Hazloposible que tiene en su web un enlace para la iniciativa personal y que es (y cito textualmente): "una idea para invitar a otras personas a actuar para mejorar lo que les preocupa, para contagiar lo que aman, para logar algo mucho más grande que una idea."

Pues he aquí que Sandra de Vigo se ha animado y ha propuesto una iniciativa personal para niños y niñas de Altas Capacidades en su localidad. Dice así:

"Los niños con altas capacidades intelectuales están por la mañanas en colegios dónde la mayor parte de tiempo aprenden cosas que ya saben o no les interesa; este centro abriría por lar tardes, los niños podrían hacer matemáticas, tiro con arco, literatura, arte, física, astronomía lo que a ellos les interesa. Apoyo a padres en los tests de detección precoces, etc"

De momento ya ha encontrado a 4 colaboradoras para su proyecto y espero que encuentre muchas más. Este tipo de iniciativas son estupendas y me hacen pensar que las cosas pueden ir a mejor.
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