lunes, 30 de abril de 2012

Heidi Hankins: una niña con el mismo cociente intelectual de Einstein (159)


La asociación internacional de superdotados, Mensa, ya cuenta con un nuevo miembro. Heidi Hankins no es una niña normal. Con tan solo dos años sabía leer, sumar y restar, sin que nadie le hubiese enseñado, casi por instinto propio. Con cuatro años de edad la niña tiene un cociente intelectual (CI) de 159, prácticamente el mismo número que llegó a tener el científico Albert Einstein o Stephen Hawking. El promedio de un adulto normal es de 100.

Al observar las capacidades de la niña, sus padres percibieron que no desarrollaba las mismas habilidades que los niños de su edad. Iba mucho más allá. Así lo narra su padre, Matthew Hankins, que afirma que "comenzó a realizar intentos para hablar desde el mismo minuto en que nació, aunque obviamente no podía verbalizar nada". "Cuando empezó a hablar, antes de cumplir un año, utilizaba oraciones completas", asegura.

Uno de los episodios más llamativos es la situación que relata el propio padre de Hankins. Un día, frente al ordenador, la pequeña "primero hacía clic en las fotografías que le gustaban, pero luego entendimos que había aprendido a leer el texto y seguir instrucciones".
Niños superdotados

El presidente ejecutivo de la asociación internacional de superdotados, John Stevenage, cree que los padres de Heidi "identificaron correctamente su gran potencial". En palabras de Stevenage, el propósito de la organización es facilitar un ambiente positivo para el desarrollo de sus miembros más jóvenes ya que, en ocasiones, los niños superdotados prefieren rodearse de gente mayor, que de niños de su edad.

Para Heidi, eso no ha sido un problema. Hasta ahora la pequeña ha interactuado bien en su guardería.

"Tenemos que encontrar la manera de mantenerla motivada, porque sabemos que será extremadamente importante. Le enseñarán a colorear, mientras ella ya será de capaz de leer libros diseñados para niños de 8 años", apunta Mattew Hankins.

Según Mensa, entre los signos de un niño superdotado se encuentran la memoria poco común, aprender a leer a temprana edad, tener una relación de cierto rechazo hacia otros niños y estar constantemente haciéndose preguntas.

Fuente: El Mundo

martes, 24 de abril de 2012

El sorprendente origen de la creatividad (II)

Como anticipaba en un post anterior, voy a intentar ir dando sugerencias de sencillas prácticas y tecnologías que nos ayudarán a aprovechar el potencial creativo en nosotros como padres y/o docentes. Esta es la primera.
 
1. Alimenta el cerebro de experiencias sensoriales
La creatividad surge a partir de experiencias vividas. Desde que nacemos, vamos acumulando experiencias y aprendizajes que se guardan en nuestra memoria. Cada cosa que vemos y escuchamos durante el día (un libro, un programa de televisión, un artículo, un tuit, una conversación, una canción, un poster…) nos proporciona un bloque de información a partir del cuál podemos construir potencialmente ideas nuevas y geniales. Todos estos bloques acaban en nuestro banco de conocimientos dentro del cerebro y a veces podemos tardar años en utilizarlos.

Pero estos bloques son la base para la concepción de nuevas ideas. Combinar bloques de información que ya existen en el mundo exterior pero de forma diferente es ser creativo. Ser creativo no es la aparición de una idea de la nada, es la combinación novedosa de muchas ideas y conocimientos almacenados en nuestro cerebro.

Por tanto como más hagamos vivir a los alumnos, más llenemos sus cerebros de información bien variada y sensorialmente rica, más conversemos con ellos, damos más posibilidades a sus cerebros y a los nuestros a ser creativos.

Sin duda, Internet es una de las grandes fuentes de inspiración y conversación para el aula. Las clases deben estar repletas de todo tipo de contenido visual y conversaciones abiertas. Podemos descubrir con frecuencia de forma conjunta videos e historias que provocan memorias, alegría, resentimiento o ira. Son estas emociones y las conversaciones que surgen alrededor de ellas, las que estimulan la creatividad del alumno y del profesor.

Fuente: TotemGuard

domingo, 22 de abril de 2012

Matemático de 14 años dice que no es un genio, "sólo" aprovecha el tiempo


Si lo llaman "genio", Moshe Kai Cavalin se incomoda. Este niño de 14 años tiene ya casi dos carreras terminadas y no sabe si hacer un posgrado en física teórica o astrofísica cuando se gradúe este año en matemáticas en la universidad. Según su testimonio, lo único que hace es no perder el tiempo.

No se despertó una mañana resolviendo avanzados problemas algebraicos con los que estudiantes que duplican su edad se rompen la cabeza. Ha estudiado concienzudamente desde que tiene dos años y llamarlo "genio" minimiza su esfuerzo. "Exactamente", dice a la AFP Moshe Kai, en la cafetería de la Universidad de California (UCLA), donde está becado. "'Genio' es sólo una palabra, es como el coeficiente intelectual, es un número creado por gente que ignora todo lo demás que conforma a un individuo.

"Lo que sí intento es buscar la sabiduría a través del conocimiento. Y practicar la sabiduría es mucho mejor que ser un genio", precisó. Por eso, Moshe Kai escribió el libro "We Can Do" (Podemos hacerlo), primero en chino y después en inglés, "para ayudar a los padres a que alienten a sus hijos". "Estoy en un punto que mucha gente considera imposible para mi edad", escribe en su inspirador libro. "Llegué tan lejos como la Luna, pero cualquiera que realmente lo intente puede ir más allá de la Vía Láctea" Nacido en Los Ángeles de madre china y padre brasileño (de Porto Alegre, sur), Moshe Kai ya sumaba y restaba a los cuatro años. En ese momento, sus padres idearon un intenso plan educativo para que su pequeño se destacara en matemáticas, música, artes marciales y lectura. Y el posterior rechazo de varias escuelas -que lo consideraban una distracción para los demás niños- llevó a Shu Chen Chien y a Joseph Cavalin a educarlo en casa. Allí el trabajo intenso, la carencia de televisión y el uso de videojuegos solamente educativos lo condujeron a ganar campeonatos internacionales de artes marciales, sacar un certificado de buceo e inscribirse en la universidad a los ocho años, donde se luce con el mejor promedio.

"Sólo saco ventaja de lo que tengo", dice Moshe Kai, que usa frenillos, lleva un sombrero de moda en Los Ángeles y un sobrio saco de cuadros escoceses. "Todos tienen el potencial de ser especiales, aunque tienen que sacar ventaja de ese potencial. Pero no lo hacen. Por eso me consideran a mí especial". Trabajo duro, planifico con anticipación y logro mis metas", explica el joven, que recuerda todos sus regalos de cumpleaños y cita la película de Pixar "Wall-E" como su preferida.

"Los estudiantes tenemos que aprovechar todas las oportunidades de aprender que tenemos. Cuando éstas pasen, ya no las tendremos otra vez. Pregúntenle a cualquier anciano sabio", escribe en su libro.

La madre, que acompañó a su hijo desde el inicio de la carrera esperándolo afuera de los salones de clase, lamenta ser criticada por la forma que ha criado a Moshe Kai. La gente me pregunta por qué lo presiono tanto, pero yo no lo presiono, ¡él es feliz así!", dice Shu Chen, de 47 años, quien vive con su hijo y su marido, de 61, en una residencia familiar en el campus universitario.

Pero Moshe Kai, a pesar de sus logros intelectuales, no luce en persona como un adulto en miniatura. Tiene la timidez y el humor ingenuo de un joven de 14 años, aunque con respuestas mucho más agudas que las de la mayoría de sus pares. "Mi libro no es sobre cómo ser un genio o cómo volverse inteligente. Es sobre cómo vivir mejor. Y eso, en mí, se aplica a estar en este punto en este momento", dice.

Cuando se gradúe como matemático, probablemente este año, Moshe Kai se especializará en matemática pura, astrofísica o física teórica. No lo ha resuelto aún. "Pero sólo tengo 14 años, tengo mucho tiempo para decidirme". Y luego pensará en las chicas. "Soy muy joven todavía para involucrarme en una relación. Después del posgrado", promete, y se ríe.

Para demostrar su punto, Moshe Kai invitó a la entrevista con la AFP a un amigo, Jared Holgado, un pequeño de siete años que, según el joven, está más avanzado en álgebra de lo que estaba él a su edad. Jared, de pelo negro y largo hasta los hombros y un infantil recelo hacia los extraños, visita la universidad con sus padres Nancy y Ferdinand, dos filipinos de 39 años que llegaron a Estados Unidos en los '90. "Podía sumar y multiplicar a los cinco años. No sé mucho de matemáticas, así que busqué a alguien que pudiera ayudarlo mejor", explica Nancy.

Toma entonces la palabra el instructor matemático Dan Steinberg, que se dedica a trabajar con niños prodigio: "Está terminando álgebra 1 y comenzando álgebra 2. Eso es normal para niños destacados de, tal vez, 14 años". Steinberg escribe en su celular "x^2 + 2x - 15 = 0" y le pregunta al niño la solución. Jared, que hasta el momento se tapaba la cara con timidez, levanta la vista, mira el problema y musita: "(x - 3) (x + 5) = 0". "Acaba de resolver una ecuación cuadrática", explica el instructor a una atónita periodista de la AFP. "Necesitó cinco segundos para hacerlo".

Fuente:
Diario

viernes, 20 de abril de 2012

El sorprendente origen de la creatividad (I)

La mayoría de personas asocian la creatividad con el arte. Dado que la escuela pone más énfasis en las matemáticas, la lógica y las ciencias se concluye que de niños desarrollamos poco este lado del cerebro y de adultos somos poco creativos.

Durante muchos años, la neurociencia respaldaba esta idea. La parte derecha del cerebro trabajaba la creatividad de forma independiente al lado izquierdo, en donde se trabajaba la lógica y las matemáticas. Pero más recientemente se ha descubierto que el cerebro no funciona derecho o izquierdo sino que ambos hemisferios trabajan de forma conjunta y cooperativa y de hecho TODOS, tantos los niños como los adultos, podemos ser muy creativos.

La creatividad además está presente en cualquier disciplina. No sólo en el arte encontramos ideas innovadoras o diseños geniales, sino también en ingeniería, ciencias, filosofía, matemáticas, física, deportes, educación, negocios, política y tecnología.

La creatividad dentro de un contexto educativo nos puede ayudar a saber cómo resolver conflictos de clase entre alumnos, cómo enseñar un concepto de física complicado, cómo incentivar el uso de las TIC en otros docentes del centro, cómo mejorar la comunicación entre padres y profesores…o quien sabe, cómo reinventar la educación en el siglo XXI.

Todos tenemos momentos de inspiración, momentos “eureka” (ya lo entendí) o también llamados momentos flash. Se enciende una bombilla en nuestro cerebro de forma repentina, cuando menos lo esperamos.

En los próximos posts intentaré explicar de forma simple qué significa ser creativo, de dónde provienen las ideas creativas, cómo podemos capturarlas y cómo aumentar su frecuencia, según documenta la neurociencia. Sugiero sencillas prácticas y tecnologías que nos ayudarán a aprovechar el potencial creativo en nosotros como padres o docentes y sacarlo a relucir en nuestros hijos y alumnos dentro y fuera del aula.

Fuente: TotemGuard

martes, 17 de abril de 2012

Algunos mitos sobre la inteligencia

Tests que miden su nivel, cociente intelectual, nivel cultural, y diversas alternativas que dan identidad a la inteligencia. Pero, ¿cuánto hay de mito y de realidad en estas definiciones?

El autor del libro “Inteligencia exitosa”, Robert Stemberg, pone en jaque algunos parámetros que hasta hoy eran considerados palabra santa. Uno de ellos es el cociente intelectual, que se define en torno a una estadística que resulta de la realización de un test estandarizado para medir las habilidades cognitivas de una persona en relación con su edad.

R.J. Sternberg
Stemberg establece que la inteligencia no se mide tan fácilmente. “El nivel de inteligencia que mide el cociente intelectual es una inteligencia inerte, académica o teórica, que no conduce a un movimiento o acción dirigidos a una meta”, diferencia el autor. Es decir, hay otros tipos de inteligencia que son imposibles de medir a través de la standardización de un test. Este es el caso por ejemplo de las personas creativas o la inteligencia práctica. 

Por su parte, James Flynn, Profesor Emérito de la Universidad de Otago, de Nueva Zelanda y autor del “Flynn Efect”, descubrió a través de una serie de investigaciones que las mediciones del cociente intelectual cuentan con menos del 10% de las personas que tienen más éxito. Esto significa que este test deja afuera al 90% de los individuos que han conseguido metas importantes. Otro de los mitos que rondan socialmente alrededor del nivel de inteligencia es que “se nace con ella”. Absolutamente, falso. Una investigación encabezada por Julián De Zubiría Samper, titulada “Teorías Contemporáneas de la inteligencia y la excepcionalidad”, lo desmitifica. El estudio comprobó que los individuos que no reciben apoyo y orientación de calidad pueden llegar a deteriorar sus niveles de interés, autonomía y pasión por el conocimiento. En cambio, quienes son estimulados y motivados en el conocimiento y la práctica pueden acrecentar notablemente su desarrollo intelectual.

Entonces, ¿se nace o se hace? La inteligencia se construye. “La inteligencia es modificable, cada uno puede aumentarla o disminuirla. No obstante, la inteligencia no es primordialmente un problema de cantidad, sino de equilibrio y de saber cuándo y cómo usar las habilidades analíticas, creativas o prácticas”, destaca Stemberg. Por su parte, Zubiría destaca la importancia del estímulo como factor decisivo. “Detrás de todo joven con talento siempre encontraremos un padre o una madre que favoreció una amplia exploración de intereses desde edades tempranas;. Por ello, se puede afirmar que el talento no reposa tanto en la cabeza o en las manos de un niño como se supuso durante el siglo XX. La inteligencia y el talento dependen esencialmente de la interacción entre el niño, los mediadores y a cultura“ . La inteligencia es una construcción. Nadie está signado por su genética.

“Nuestras propias investigaciones nos permiten concluir que, antes que el cociente intelectual, en el rendimiento escolar de un estudiante tienen un papel mucho más importante la autonomía, el interés, la creatividad, la reflexividad y la resonancia familiar y escolar. Después de realizar más de 2.000 correlaciones, podemos concluir que la correlación entre cociente y rendimiento académico es prácticamente nula”, sostiene Zubiría. Pero, entonces ¿qué miden los test de cociente intelectual? Stemberg explica que evalúan solamente el vocabulario y la información general. Es decir, una persona sumamente informada puede obtener un mayor cociente que una persona que no lo está, pero quienes han obtenido un bajo puntaje pueden contar con mayor número de capacidades y habilidades.

Fuente: Vida Positiva

domingo, 15 de abril de 2012

El 98% de los casos de niños superdotados están sin diagnosticar.

Se estima que un 2% de la población es superdotada, pero hay más de un 98% de casos sin diagnosticar.


Según ha explicado la doctora María Isabel Peguero, pediatra especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, de Almendralejo (Badajoz), durante el IX Foro de Pediatría de Atención Primaria (AP) de Extremadura, "habitualmente, son los padres los que detectan la superioridad mental del niño. Sin embargo, el diagnostico suele tardar porque antes de los tres años puede confundirse con simples precocidades. Suele ser entre los cuatro y los siete años cuando los pediatras podemos realizar un diagnostico fiable".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como persona superdotada a aquella que cuenta con un cociente intelectual superior a 130. Según los datos de un informe elaborado por el Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación y Cultura, en España hay alrededor de 300.000 alumnos superdotados, denominación que en la Ley Orgánica de la Educación de 2006 fue sustituida por la de alumnos de Altas Capacidades.

Algunas de las características que pueden presentar los niños superdotados pueden ser: Intensidad y sensibilidad emocional, autoconciencia, autocrítica, empatía, pasión, autoexigencia y perfeccionismo. Sin embargo, a menudo pueden ser emocionalmente inestables, en unas ocasiones introvertidos o por el contrario tener gran capacidad de liderazgo. Para los pediatras de AP es fundamental conocer de forma evolutiva y continua al niño. "No sólo tenemos que basarnos en pruebas psicométricas, también tenemos que valorar su cognición y los factores emocionales que conforman la personalidad del niño", explica la doctora Peguero.

Existe la falsa creencia de que los niños con un cociente intelectual superior a lo normal no presentan problemas de aprendizaje, sin embargo, pueden presentar trastornos de aprendizaje como otros niños. De hecho, en un 70% de los casos hay un bajo rendimiento escolar y entre el 35% y el 50% sufren fracaso escolar. "Aún cuando existe la evidencia de un potencial para un elevado rendimiento la actuación escolar puede estar por debajo del nivel esperado", reflexiona la experta.

La falta de motivación suele ser uno de las causas que propician bajo rendimiento escolar. Aunque los niños de Altas Capacidades aprenden fácilmente, si el plan de enseñanza no es el adecuado, pueden fracasar y asumir su bajo rendimiento. Asimismo, también suelen aparecer problemas de sociabilidad, "sobre todo, ante la falta de modelos sociales con los que el niño pueda identificarse", matiza la doctora Peguero. Los pediatras de AP hacen hincapié en la importancia de tomar las medidas educativas necesarias y de informar a los padres de cómo colaborar. "Los niños mejoran rápidamente si se siguen las pautas adecuadas", concluye la especialista.

Fuente:
psiquiatria.com

jueves, 12 de abril de 2012

Cuando el aprendizaje es el objetivo

Para llevar adelante una buena práctica docente es muy importante tener una buena teoría que la sustente. El aprendizaje significativo de Ausubel descrito por Novak es la mejor explicación a la naturaleza del conocimiento y de cómo se aprende. La página Aprendizaje Significativo del Dr. A. Ballester es una magnífica muestra de la aplicación práctica de esta teoría en diferentes áreas y niveles educativos. 
 
 
A. Ballerster me comenta "con esta web pretendemos ayudar a la mejora de los resultados académicos de los alumnos sin que ello signifique la sobrecarga de trabajo para el docente, así como informar de las ventajas obtenidas por el profesor".
 
La información que aparece recogida en esta página es muy completa y se actualiza con frecuencia. Aún así creo que debe destacarse el magnífico libro El aprendizaje significativo en la práctica. Cómo hacer el aprendizaje significativo en el aula que lleva ya 2.000.000 de visitas y está disponible para su descarga directa.
 
Entre las ventajas del aprendizaje significativo en la práctica en el aula destacaríamos:
  • Potencia la autoestima del profesorado.
  • Evita la sobrecarga laboral y exceso de trabajo.
  • Se ve resultado inmediato de lo que se hace.
  • Evita el malestar del profesorado por la crisis del sistema educativo.
  • Soluciona la atención a la diversidad en el aula debido a la heterogeneidad de las clases. El profesorado prepara un solo trabajo para toda la clase pero cada alumno/a lo hace a su nivel, por lo que la heterogeneidad y diversidad en el aula no es un problema sino una ventaja.
  • Potencia la visión de la escuela en positivo.
  • Se disfruta de enseñar.
  • Realización personal del profesorado y del alumnado.
  • Mejora muy sensiblemente el clima en el aula.
  • Mejora el comportamiento del alumnado.
  • Se suavizan las dificultades del trabajo en el día a día.
  • La comunicación profesorado-alumnado mejora y se optimiza.
  • Los padres y madres valoran el trabajo social del profesorado ya que ven a sus hijos satisfechos e ilusionados con el trabajo, resultado de lo que hacen. Los padres y madres valoran el trabajo del profesorado por lo que mejora su valoración social.
  • Las direcciones de los centros ven gratificados su esfuerzo por la mejora de la docencia ya que sus escuelas son capaces a hacer trabajos valorados por todos.
  • Los inspectores y personal de la administración educativa valoran muy positivamente las realizaciones del profesorado y su alumnado delante de la explosión de trabajo e ilusión en el alumnado sin desgaste energético del profesorado. 
 
Si quieres saber más no dejes de echar un vistazo a los resultados que obtienen los centros y el alumnado o la entrevista a la directora del Colegio Público Buzanada destacado por el Consejo escolar de Canarias por su calidad educativa y aplicación de la metodología del libro digital “El aprendizaje significativo en la pràctica”.
 

martes, 10 de abril de 2012

Síndrome de Savant (Síndrome del Sabio)

Kim Pee
Son personas con un comportamiento social y mentalmente disfuncional, que muestran al mismo tiempo talentos excepcionales sin necesidad de haberlos ejercitado nunca.

Superdotados y deficientes al mismo tiempo. Una persona con Síndrome de Savant puede memorizar millones de datos, reproducir artísticamente aquello que ve y tocar instrumentos sin necesidad de aprendizaje, sin embargo algunos de ellos no pueden ni cubrir sus necesidades más básicas.

Fue J.Langdon Down, descubridor del Síndrome de Down o síndrome del fenotipo trisomía 21 quien acuñó el término Idiot savant (sabio idiota) que terminó por ser poco aceptado y quedar algo obsoleto. En la actualidad se le conoce principalmente por el nombre de Síndrome de Savant o Síndrome del Sabio.

El savantismo combina un funcionamiento cognitivo generalmente bajo con una o varias habilidades excepcionales. La música, el arte, el cálculo o la memoria son algunos de los ámbitos en los que estas personas suelen destacar. Es un trastorno poco común. Su escasa prevalencia entre la población general junto con las dificultades de encajarlo en un trastorno específico como el autismo o en cualidades como la superdotación, hacen que este síndrome sea un quebradero de cabeza para muchos estudiosos del tema.

Este síndrome posee una serie de características generales basadas en un bajo cociente intelectual, altas capacidades o talentos relacionados con el arte, la música, la memoria o el cálculo, poca lógica y problemas de lenguaje, alta memoria visual, gran capacidad para captar y reproducir dibujos o imágenes 3D, habilidades mecánicas, grandes dificultades sociales e intereses obsesivos entre otras cualidades y déficits.

En general, este síndrome suele considerarse, dentro de los trastornos del desarrollo, como un tipo especial de autismo, asemejándose en mayor medida al síndrome de Asperger, que dentro del espectro autista es considerado el trastorno menos profundo.

En el Síndrome de Savant, las hipótesis formuladas bajo la posibilidad de una existencia de daño cerebral en el hemisferio izquierdo han sido respaldadas por las actuales pruebas de neuroimagen. De esta manera, un Savant podría tener el hemisferio derecho más desarrollado, siendo éste el responsable de tales talentos extraordinarios.

Uno de los ejemplos de genialidad en cuanto a memoria es el famoso Kim Peek, Savant que inspiró la película de Rain Man con su personaje de Raymond. Kim Peek -fallecido en 2009- podía presumir de saber de memoria unos 8.000 libros, y era capaz de decir cualquier dato que se le preguntara, fechas, obras musicales, acontecimientos históricos etc. A pesar de todo, su prodigiosa memoria contrastaba con su incapacidad para cuidarse a sí mismo.

Por sus características, la propuesta de tratamiento para un Savant puede ser similar al tratamiento dirigido a un síndrome de Asperger. En primer lugar deben evaluarse las deficiencias y habilidades del niño o adulto para tener claro donde poder incidir en mayor o menor medida.

Por lo tanto, lo que se pretende en estos casos es fomentar las habilidades sociales y de comunicación de la persona afectada con su familia y con el entorno. Promover la compaginación de su interés con el resto, fomentar la interacción. Evitar rumiaciones y obsesiones internas mediante técnicas de parada de pensamiento, enseñar a sus familiares a desviar los temas de conversación cuando sea necesario, emprender actividades que estimulen y hagan trabajar el hemisferio cerebral izquierdo y utilizar condicionamiento clásico para reforzar conductas apropiadas y reducir o extinguir conductas no deseadas.


Fuente: Hechos de hoy

Los futbolistas de élite tienen un cerebro superdotado

La rapidez al procesar información distingue a los grandes jugadores. Los jugadores de primera forman parte del 5% de la población con mejores funciones ejecutivas.



Los mejores futbolistas tienen un nivel extraordinario de un tipo de inteligencia que les permite procesar una gran cantidad de información en muy poco tiempo y tomar la decisión correcta, según una investigación del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) presentado ayer en la revista científica Plos One.

La investigación se ha centrado en las llamadas funciones ejecutivas del cerebro. Este concepto engloba múltiples aptitudes cognitivas útiles en deportes de equipo. Entre ellas destacan la memoria de trabajo (o capacidad de manejar información a corto plazo, como la trayectoria de la pelota o la posición de los rivales); la resolución creativa de problemas (para tomar la decisión adecuada); la flexibilidad cognitiva (para corregir la decisión sobre la marcha según lo que hagan otros jugadores); y la inhibición de impulsos (para no chutar hacia dónde se había pensado primero sino hacia dónde se ha decidido después).

Los investigadores han comparado las funciones ejecutivas en tres grupos de voluntarios: jugadores de primera división de Suecia, tanto de equipos masculinos como femeninos; jugadores de divisiones inferiores; y personas de la población general que no juegan al fútbol.

La comparación se ha basado en distintos tests específicamente diseñados para evaluar funciones ejecutivas. Los resultados muestran que los futbolistas de primera división suelen tener mejores funciones ejecutivas que los de divisiones inferiores; y estos las tienen mejores que la población general.

Según el análisis estadístico de los resultados, los jugadores de primera división forman parte del 5% de la población que tiene mejores funciones ejecutivas.
Los futbolistas participantes en el estudio fueron seleccionados por sus propios entrenadores, a quienes los investigadores pidieron que reflejaran el nivel medio del equipo. Es decir, que no fueran las estrellas, pero tampoco suplentes habituales.

Jugadores de nivel superior tienen posiblemente las funciones ejecutivas aún más afiladas. “Xavi e Iniesta muestran con sus acciones que tienen una habilidad extraordinaria en flexibilidad cognitiva y en creatividad bajo presión, las dos funciones ejecutivas más importantes en el fútbol”, declaró ayer Torbjörn Vestberg, primer autor de la investigación, por correo electrónico.

Los investigadores analizaron también hasta qué punto las funciones ejecutivas influyen en el rendimiento de los futbolistas. Los resultados muestran que los jugadores que obtuvieron mejores resultados en los tests fueron los que, dos temporadas más tarde, marcaron más goles o realizaron más asistencias.

“El éxito en los deportes de pelota depende de cómo se procesa la información en contextos complejos y rápidamente cambiantes”, argumentan los investigadores en Plos One. “Los jugadores deben procesar una gran cantidad de información a cada nuevo momento. Deben evaluar la situación constantemente, compararla con experiencias pasadas, pensar en nuevas posibilidades, tomar decisiones rápidas e inhibir con igual rapidez otras decisiones que se habían tomado”.

La investigación “puede cambiar la visión sobre la relación que hay entre el fútbol y la cognición”, destaca Predrag Petrovic, director del trabajo, en otro correo electrónico.

Según los investigadores, unas buenas funciones cognitivas mejoran al futbolista; en cambio, jugar al fútbol apenas mejora las funciones cognitivas. Por esta razón, los investigadores sugieren que se puede predecir el potencial de una joven promesa con tests que evalúen estas funciones.

Esto se explica porque las funciones ejecutivas maduran a lo largo de la infancia y la adolescencia y, tras unos años al máximo nivel, entran en declive alrededor de los 25 años. “El cerebro es maleable y, cómo cualquier otra parte del cuerpo, se puede ejercitar”, explica Vestberg. Pero “a día de hoy nadie sabe cómo se pueden entrenar”.

Fuente: La Vanguardia
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