Acabo de tener un déjà vu.
Me he despertado y después de ese primer minuto de desconcierto me he dado cuenta, está volviendo a pasar. Estoy de nuevo en Valladolid.
Ayer, como la vez anterior estuve cenando unas tapas estupendas y antes, también de forma idéntica, pasé la tarde en el congreso escuchando al Prof. Dr. Taisir Subhi Yamin presidente del World Council for Gifted and Talented Children quien explicaba que la educación de los niños superdotados sigue siendo la asignatura pendiente de muchos países, entre ellos España.
Ayer, como la vez anterior estuve cenando unas tapas estupendas y antes, también de forma idéntica, pasé la tarde en el congreso escuchando al Prof. Dr. Taisir Subhi Yamin presidente del World Council for Gifted and Talented Children quien explicaba que la educación de los niños superdotados sigue siendo la asignatura pendiente de muchos países, entre ellos España.
Decido medio dormida ir hasta el baño y el reflejo del espejo me confirma que, si bien sigo estando estupenda (jeje), no estoy en el año 1991 ni de casualidad (¡que más quisiera yo!). Sin embargo, hace 20 años también estuve en Valladolid, también cené unas tapas con unos colegas y también asistí a las entonces Primeras Jornadas Europeas sobre Superdotación (aún recuerdo la ilusión con que había venido entonces). Hace 20 años en esta misma ciudad, oí exactamente las mismas palabras, que estos niños y niñas necesitaban una educación adaptada a sus capacidades.
Y me siento como Bill Murray en la película "Atrapado en el tiempo" viviendo una y otra vez el mismo día. Al parecer 20 años no son suficientes para que las cosas cambien.
Pero por otro lado, puestos a revivir el pasado una y otra vez, mejor hacerlo en una ciudad de tan buena gente y tan buenos manjares. Y yo, como siempre, ¡estupenda!
!Que bonito es tener un dèjá vu!! sobre todo si la sensación es agradable. En ocasiones, provoco esas sensaciones de manera voluntaria, para revivir momentos buenos, es algo que me hace muy muy bien!!
ResponderEliminarBelén