miércoles, 13 de abril de 2011

Ser Superdotado y tener una buena Inteligencia Emocional es posible

Muy a menudo he tenido que oir a personas que afirmaban que la superdotación estaba reñida con la capacidad de manejo de las emociones, que los chicos y chicas superdotados eran personas insatisfechas, con baja autoestima y que no triufaban precisamente porque tenían un bajo nivel de Inteligencia Emocional (IE). Se han dado conferencias y llenado consultas con esta premisa. La idea de partida: se sienten diferentes y eso les hace infelices. Sin embargo, mucha más gente es diferente, por ser menos lista, más fea, por ser demasiado alta o demasiado poco, por ser de otro país, o tener demasiado peso, o tener las piernas inmovilizadas o hablar de manera incorrecta o llevar gafas de culo de botella o... ¿sigo? Entonces ¿todos son infelices? o bien ¿todos ellos tienen más IE que el grupo de superdotados?

Mirado con cierta objetividad no tiene mucho sentido ¿verdad? De nuevo, como en tantas otras ocasiones, parece imponerse una especie acuerdo socidal a nivel tácito que intentara mantener un cierto nivel de karma universal. Así, si alguien que es muy inteligente en un área debería ser muy torpe en alguna otra cosa. Una especie de compensación, al estilo de que los guapos no deben de ser muy listos, o que los ricos también lloran, algo que nos permita convivir a todos de manera más "tranquila".

En mi caso, la realidad que me mostraban los casos que he ido conociendo durante años no apoyaban esas ideas. Las familias me han hablado casi siempre de chicos y chicas bien adaptados; la observación directa me ha mostrado a sujetos alegres y emocionalmente muy competentes que difícilmente se correspondían con esta realidad de la que algunos aludían y ahora las recientes investigaciones parecen darme la razón al obtener resultados que van en esta misma dirección. Los superdotados no solo sienten las mismas emociones que cualquier otro chico o chica con una capacidad cognitiva normal, sino que suelen tener una Inteligencia Emocional superior a la mayoría... tampoco nos debería extrañar tanto, al fin y al cabo estamos hablando de inteligencia.


El pasado mes de enero se leyó en la Universidad de Murcia la tesis doctoral presentada por Marta Sainz Gómez donde quedó rebatida «la idea falsa o el prejuicio de que los alumnos con alta inteligencia muestren menores competencias socio-emocionales», según una de las conclusiones de este trabajo de investigación. El estudio indica que «en cuanto a las relaciones entre la creatividad y los niveles de inteligencia, los datos ponen de relieve que estos alumnos presentan sus trabajos y producciones creativas de manera más elaborada, con mayor perfeccionismo y organización».

Dice también esta tesis doctoral que los alumnos de alta inteligencia se diferencian de los que registran una inteligencia de grado medio y bajo en su mayor conciencia, apertura y estabilidad emocional. Asimismo, estos estudiantes considerados superdotados presentan «una mayor adaptabilidad, mejor manejo del estrés, mejor estado de ánimo y mayor elaboración en sus producciones creativas». El estudio verifica que los superdotados logran una mayor adaptabilidad, mejor manejo del estrés y mejor estado de ánimo, aunque no quita que se hallen expuestos a cualquier tipo de vulnerabilidad, que les provoque una caída emocional.

Más reciente aún es el estudio que la Universidad de Haifa (Israel) acaba de presentar según cuyos resultados los adolescentes superdotados tienen más inteligencia emocional que los que no lo son, desmontando de esta manera el mito de que se trata de personas antisociales y encerradas en su mundo.

Las conclusiones del estudio, difundidas el 11 de abril por dicha universidad en un comunicado, apuntan a que la imagen de los superdotados como personas introvertidas es quizás un "estereotipo que se retroalimenta" y que puede incluso condicionar la auto-percepción de personas con un cociente intelectual muy elevado.

Pese a que «los adolescentes superdotados obtuvieron resultados más altos que los adolescentes normales en el examen que medía la inteligencia emocional, por alguna razón se clasificaron en el cuestionario de auto-categorización como personas con menor inteligencia emocional que los adolescentes normales», dice la nota.

Moshe Zeidner, director del estudio, presentado en la Cuarta Conferencia sobre Educación de Superdotados de Israel celebrada ayer y hoy en esa universidad, cree que los superdotados han podido adaptar su comportamiento a los estereotipos que imperan sobre su personalidad.

«Es posible que los adolescentes superdotados interioricen el estereotipo según el cual son introvertidos y antisociales, lo que por supuesto puede exacerbar el alejamiento de la sociedad y reforzar el estigma», señala.

La investigación se realizó con 83 estudiantes de instituto superdotados y otros 125 con inteligencia cognitiva normal. Todos ellos respondieron a dos tests: uno que mide el grado de inteligencia emocional a partir de las respuestas a una serie de situaciones y otro de auto-definición.

Otro estudio de la misma universidad había hallado en septiembre de 2010 que los trabajadores con mayor inteligencia emocional tienen una dedicación y satisfacción laboral superior a la de sus compañeros.

2 comentarios:

  1. Me parece un artículo excelente!! Romper con mitos como este es muy importante, especialmente cuando se interiorizan determinadas etiquetas ya desde la más tierna infancia, y que tanto cuesta arrancar en ocasiones. Parece más fácil achacar a un problema de control emocional el hecho de que haya ciertos niños con problemas de relación con sus iguales, en lugar de indagar qué puede estar ocurriendo realmente...nadie está en la cabeza de nadie, señores! Se lo dice una psicóloga... :-)
    Un saludo!!

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  2. Muy de acuerdo con el supuesto equilibrio cósmico que hace que algunas personas se sientan más cómodas con sus carencias: guapos - tontos, listos- frikis, y ese tipo de prejuicios injustificados. Bien por los afortunados : ) !!!

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