Desde
que se comprobó que el C.I. podía modificarse a lo largo de la vida,
los investigadores no han dejado de buscar métodos que aumenten la
inteligencia. Aquí, algunos ejemplos concretos de diversas estrategias
que la ciencia ya ha identificado por su aporte a nuestro intelecto.
15. Póngase a tejer
Aparte del efecto relajante que se le ha
atribuido al tejido, muy parecido al de la meditación, hay otro:
fortalece las habilidades motoras, que a su vez favorecen las
habilidades cognitivas que lo harán ser más inteligente.
Fuente: La Tercera
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