Desde que se comprobó que el C.I. podía modificarse a lo largo de la vida, los investigadores no han dejado de buscar métodos que aumenten la inteligencia. Aquí, algunos ejemplos concretos de diversas estrategias que la ciencia ya ha identificado por su aporte a nuestro intelecto.
8. Más verduras, mayor habilidad
8. Más verduras, mayor habilidad
Los altos niveles de obesidad han hecho a los padres preocuparse de la dieta de sus hijos, bajando el consumo de azúcar y aumentando el de frutas y verduras. Pero esto puede tener un beneficio colateral. Investigadores de la U. de Bristol (Reino Unido), descubrieron que los niños de ocho años y medio que seguían una dieta saludable tenían un coeficiente intelectual más alto que el de los niños que comían más grasa, azúcar y comida procesada.
Los científicos realizaron un análisis longitudinal con 14 mil niños, pidiéndoles a sus padres que respondieran con qué habían alimentado a sus hijos a la edad de tres, cuatro, siete y ocho años y medio. Cruzando todos los datos, construyeron una tabla desde menos dos hasta 10, donde el primer puntaje representaba la dieta menos saludable y la última, la más sana. Los investigadores concluyeron que por cada punto que se bajara en esta escala, caía un punto el coeficiente intelectual. Por el contrario, cada punto más en la tabla representaba 1,2 punto de incremento en el C.I.
Los adultos también pueden beneficiarse de una dieta sana. El atún ha demostrado ser una enorme fuente de grasas omega-3, que cumplen un importante rol estructural y bioquímico en el cerebro: casi el 20% de la materia grasa que compone la membrana que recubre a una neurona y a través de la cual pasan las señales eléctricas son ácidos grasos como el omega-3.
El ají rojo, los mangos, los damascos, la espinaca y las naranjas son ricos en vitamina C, que eleva la función antioxidante y ayuda a proteger el funcionamiento del cerebro. Según un reporte de la U. de Berne, en Suiza, mayores niveles de vitamina C en la sangre de personas de 65 años o más, están asociados con una mejor memoria.
Fuente: La Tercera
Los científicos realizaron un análisis longitudinal con 14 mil niños, pidiéndoles a sus padres que respondieran con qué habían alimentado a sus hijos a la edad de tres, cuatro, siete y ocho años y medio. Cruzando todos los datos, construyeron una tabla desde menos dos hasta 10, donde el primer puntaje representaba la dieta menos saludable y la última, la más sana. Los investigadores concluyeron que por cada punto que se bajara en esta escala, caía un punto el coeficiente intelectual. Por el contrario, cada punto más en la tabla representaba 1,2 punto de incremento en el C.I.
Los adultos también pueden beneficiarse de una dieta sana. El atún ha demostrado ser una enorme fuente de grasas omega-3, que cumplen un importante rol estructural y bioquímico en el cerebro: casi el 20% de la materia grasa que compone la membrana que recubre a una neurona y a través de la cual pasan las señales eléctricas son ácidos grasos como el omega-3.
El ají rojo, los mangos, los damascos, la espinaca y las naranjas son ricos en vitamina C, que eleva la función antioxidante y ayuda a proteger el funcionamiento del cerebro. Según un reporte de la U. de Berne, en Suiza, mayores niveles de vitamina C en la sangre de personas de 65 años o más, están asociados con una mejor memoria.
Fuente: La Tercera
Rosabel me parece interesante tu blog, y deberia difundirse mas este tema, tengo un hijo especial en este sentido que sufre discriminacion, bulling, por su capacidad elevada, y me cuesta mucho ayudarlo a pesar de que soy docente pero de secundaria, y los sicologos no me ayudan mucho, y los maestros no estan preparados para estos casos, por suerte le queda un año en primario, te seguire sin duda, te invito a mi blog papelesanimados.blogstop.com, saludos, Danae
ResponderEliminarBienvenida Danae. Cualquier aportación sobre este tema, tanto de índole personal como profesional, que puedas hacer será un placer recibirla.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
Rosabel
Una comida sana y equilibrada favorece todos los procesos del crecimiento del niño. El desarrollo de sus capacidades, su coordinación, su equilibrio químico interior, sólo se garantiza con una dieta variada, sin procesados y si pudiera ser ecològica. El azúcar y el gran consumo que hacen los niños y los jóvenes de él es preocupante.
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo.