Los genes son responsables del 40% de la inteligencia a
lo largo de la vida del ser humano, mientras el otro 60 % está
determinado por el contexto, según un estudio genético divulgado en
Australia.
Peter Visscher, experto en genética de la Universidad de Queensland
que participó en esta investigación, consideró que la inteligencia de
la persona incide en las posibilidades de supervivencia, en
declaraciones a la emisora australiana ABC.
El experto
australiano, junto a investigadores escoceses y británicos, examinó los
test de inteligencia de unas 2.000 personas realizados en Escocia cuando
tenían 11 años de edad y posteriormente de estas mismas personas con
una edad superior a 65 años para entender por qué algunas inteligencias
envejecen mejor que otras.
La mayoría de las personas que tenían
una inteligencia promedio cuando eran niños la aumentó durante la etapa
adulta y aquellas personas que tenían una inteligencia por debajo de la
media al inicio de su vida mantuvieron este promedio en la vejez.
No
obstante, los científicos observaron que en algunos casos la
inteligencia mejoró o empeoró, de acuerdo al estudio publicado en el
portal de la revista científica Nature.
El
contexto en el que se desarrolla la vida, en el que se consideran
factores como la nutrición, la educación de los padres y la escolaridad,
contribuyen en el desarrollo de la inteligencia, según comprobaron los
investigadores.
Durante el estudio, los expertos también tomaron
muestras genéticas y cuantificaron el papel de los genes en los cambios
de la inteligencia a medida que el ser humano envejece.
"Calculamos
que entre un cuarto y un tercio de estos cambios son genéticos", indicó
Visscher, quien defendió la importancia de estos estudios de los genes
para identificar factores implicados en el deterioro mental de los
ancianos, lo que podría ayudar a entender mejor enfermedades como el
Alzheimer.
Fuente: Agencia EFE
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